Pinturas de nubes
Transgresiones
por Helmut Schneider
Françoise Pierzou descubrió relativamente pronto que cada nueva solución es sólo provisional y plantea un nuevo problema.
La práctica le enseñó que cualquier decisión tiene siempre consecuencias imprevisibles, aun cuando se lleva a la práctica de forma consecuente.
Resulta que un cuadro, que opone al sistema de coordenadas del muro el suyo propio, tiende a convertirse en objeto.
No obstante, si lo convertimos en un objeto, la cualidad del color se transforma, porque se convierte en un elemento más concreto.
Y esto, a su vez, lo capacita para fundirse con el cuerpo de la obra, es decir, para asumir funciones de definición y diferenciación de la forma.
Esta actividad del color conduce a un desplegamiento de la superficie, cuya finalidad última es la espacialización.
Precisamente esta espacialización intensifica el valor intrínseco del color y facilita su separación de un armazón perentorio.
Regresa al lienzo y se convierte en pintura pura.
Numerosas transgresiones, por lo tanto. La más reciente resulta bien visible en los trabajos actuales, aunque no será la última.